Organismos de control deben pronunciarse en relación a la tragedia social y ambiental que impuso Hidroituango.

Organismos de control deben pronunciarse en relación a la tragedia social y ambiental que impuso Hidroituango.


Siempre nos dijeron “el agua los saca” y están cumpliendo su promesa. Desde hace meses denunciamos como el riesgo para la vida e integridad física que suponía la tala del bosque alrededor de las personas que habitan las playas del río Cauca. Vimos y denunciamos que la tala de la cobertura vegetal se ha estado realizando de manera irregular eiiresponsable, han dejado árboles y trozos de madera abandonados en las riberas del río Cauca, otros fueron directamente arrojados al Río o en el mejor de los casos enterrados, pero no dispuestos en los depósitos destinados para ello a los cuales hace referencia la obligación contenida en la Licencia Ambiental.
                              
Hemos estado alertando a las autoridades competentes sobre dicha situación, sin embargo ninguna organismo nos ha protegido. Las instituciones del  Estado Colombiano nos abandonaron a nuestra suerte, incluidos los organismos de socorro y atención a emergencias a los cuales en repetidas ocasiones hemos acudido. Los Bomberos de Antioquia, al ver la primera foto de la palizada, expresaron su preocupación expresaron no poder actuar. Pues, tal y como nos lo manifestaron deben ser activados y no lo fueron o en el caso de los Bomberos de Ituango expresaron que EPM les impidió el paso y con ello sus labores humanitarias. Estos organismos de atención a emergencias expresan que todo es con la empresa, incluso los temas de víctimas, de desaparición, de rescate por el represamiento, de atención  de humanitaria, todo. El nuevo Estado con sus tres ramas del poder público en la zona es EPM. La suplantación hace que sea imposible la garantía de derechos humanos, ambientales, económicos, políticos, sociales y culturales y la reclamación ante los atropellos de una empresa que detrás de su fachada pública vulnera los derechos de las comunidades ante la ausencia de los organismos de control. 
Somos testigos oculares de como el agua represada presiona las paredes de las grandes e inclinadas montañas que desde el momento en el que inició la inundación se vienen derrumbando como castillos  de naipes; llamamos, denunciamos y nada, vimos como el agua se llevó nuestros enseres, buscamos ayuda y nos han tenido de un lado para el otro sin que nos atienda nadie, vimos como  otros compañeros no pudieron salir y hoy después de cuatro días los rescates son mínimos, no se sabe de su suerte. Vemos como lo animales del bosque huyen, los árboles que quedaron en pié fueron pilar de unos momentos para algunos, a ellos tampoco nadie los ha rescatado, escuchamos la explosión y el crujir de la tierra cuando se desprende y cae al agua mientras las motosierras continúan con su tarea destructiva.

                                                      

Escuchamos atónitos cuando nos dijeron que según los expertos de EPM todo estaba controlado y volvería a su normalidad para terminar esta obra de orgullo de los poderosos y vergüenza y dolor de las comunidades campesinas. Al día siguiente con la misma experticia anunciaron que había tenido lugar otro derrumbe y que se tardarían siete días hábiles en superar la emergencia, ¿otro? Jamás se nos informó de algún derrumbe en el túnel. Posteriormente dijeron que el problema fue una falla geológica, insinuando con un lenguaje evasivo para que la comunidad entendiera que era como si acabara de presentarse la falla geológica  en  la zona, como si no supiéramos que son varias las fallas geológicas y que han estado aquí mucho antes que nuestros ancestros. Con estas informaciones y formas de comunicar concluimos que o no son expertos o nos han engañado sistemáticamente y mentido a toda Colombia y el mundo, o que los estudios presentados para obtener la licencia ambiental no contaron con la rigurosidad necesaria y por eso no pudieron prever lo que sucedería o en el peor de los casos podría entonces estarse cumpliendo el veredicto que, pensamos era una ofensa sin argumentos, para inundar a los muertos y a los vivos y poder sacarnos con el agua y así dejarnos sin medios de vida y limitando la protesta social ante la injusticia. 
                                        
Sin estupor alguno, ahora se informa que harán “un llenado prioritario de la presa”. La solución a la crisis, no puede ser generando otra, menos cuando la obra no está terminada. Aún no se reubican ni el puente Pescadero ni La Garrucha, los cuales son patrimonio cultural y referente de memoria de las víctimas del conflicto armado y el medio para comunicarse. Aún hay muertos por desenterrar de las riberas del río Cauca, no es posible inundar sin completar una búsqueda exhaustiva de cadáveres y de los desaparecidos en la zona. Sin reubicación para los que quedamos en riesgo, implicarán más externalidades no previstas que la empresa se empeñará en desconocer. Por tanto, ¿qué haremos sin tranquilidad, sin reparación, sin trabajo, sin comida, sin medios de vida y sin un lugar el cual habitar? 
  
Un llenado prioritario amenaza con inundar la verdad de la violencia en nuestro territorio. Hoy la incertidumbre crece, por eso las comunidades que habitamos aguas abajo empezamos a manifestarnos el día de ayer y a exigir reubicación y reparación integral. Aguas arriba ya lo veníamos haciendo desde el mes de febrero y continuamos en movilización permanente hasta el momento. 
                        
El gran río Cauca, hoy en el Cañón, es un inmenso río de árboles muertos en proceso de descomposición, las pilas de madera continúan en distintas riberas y en los alrededores de las vías mientras avanza la inundación. El Puente Pescadero está sumergido con el aumento del nivel de aguas,  del programa de rescate de fauna no se ha visto a una señora que se dedicó en un punto a rescatar las lagartijas mientras los osos perezosos, las martejas, las serpientes y otros animales huyen. Nada de lo previsto por los planes de los expertos está funcionando; por tanto, como víctimas del desarrollo seguimos exigiendo:
  • Se evacue el agua represada de manera controlada y segura con carácter URGENTE.
  • Se realice un plan de búsqueda de personas dadas por desaparecidas en la zona de influencia del megaproyecto. Se suspenda el llenado hasta tanto no se garantice que no quedan más cuerpos en la zona de afectación. 
  • Se caracterice a todas las comunidades en riesgo del Bajo Cauca antioqueño. 
  • Se atienda la emergencia humanitaria con sitios de albergue, alimentación y abrigo para las familias cuyos medios de vida dependían del río Cauca. 
  • Se brinde tierras y proyectos productivos para las familias que perdieron sus medios de vida. 
  • Se brinde información veraz y  oportuna sobre lo que realmente está sucediendo con este megaproyecto. 
  • Se sancione a los responsables de esta tragedia social y ambiental.
  • Organismos de control deben pronunciarse en relación a la tragedia social y ambiental que  vivimos con Hidroituango. 
  • Exigimos que la ANLA se pronuncie sobre la procedencia o improcedencia de las medidas anunciadas públicamente por EPM para atender la inundación, y en especial la del vertedero.

¡Si al río lo inundan, nos dejan en la inmunda!
¡Aguas para la vida, no para la muerte!


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