COMUNICADO
PÚBLICO No 3 de 2014
Febrero 17 de 2014
Comunidades Afectadas por Hidroituango lloran la desviación del Río Cauca
La hazaña de matar los ríos de Colombia con represas: El desvío del río cauca se da en medio de la militarización del
territorio, la destrucción de la naturaleza y la cultura cañonera
Rechazamos la desviacíon del Río Cauca porque
NO se han resuelto
las afectaciones que vive hoy la población.
No obstante, las experiencias
nefastas de estrangular los ríos de Colombia, un nuevo embate a la vida se
celebra hoy con bombos y platillos: ¡la desviación del Río Cauca para la
construcción de Hidroituango!. Aún están frescas en nuestros recuerdos, las imágenes
de la gran mortandad de peces provocada durante el desvío del Río Sogamoso para
iniciar la construcción de Hidrosogamoso, (Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=fXQ80H5PBFE) o los graves impactos del desvío del Magdalena para la
construcción de El Quimbo, esta nueva desviación la celebran los promotores del
proyecto como un hito de la ingeniería. Nosotros diremos este es un hito a la
injusticia ambiental y social que con diversas estrategias hace concierto en
Colombia para que los afectados resulten señalados y culpados de la desgracia
que les impone el desarrollo.
Las grandes creaciones llenas de ingenio que han recreado por generaciones
los pueblos que han habitado el Río Cauca, el hermoso cañón labrado en su tránsito
milenario por el río y que dieron origen a los bellos paisajes que hoy nos
asombran, se ven amenazadas irreversiblemente con la desviación de su cauce
para dar paso al muro de Hidroituango.
Es sorprendente que todavía, a pesar de la grave crisis de civilización y
ambiental que enfrenta el planeta,
sectores empresariales y gobiernos sigan intentando, con una búsqueda
ególatra y desesperada, conquistar
la naturaleza, apropiarse de
territorios que son de todos, imponer
marcas registradas a la vida, colocar precios
a la dignidad y a los derechos. Da la sensación de que estos seres humanos
están anclados en la triste historia de exterminio que inició hace más de 500
años, pues con la excusa de llevar “desarrollo” a las regiones, igual que los
invasores de antaño llegan imponiendo sus ideas, sus proyectos, sin siquiera
hacer el esfuerzo de entender la vida que allí se ha recreado por años, además
ufanarse por la construcción de estos proyectos, cada vez más grandes, más costosos,
más “rentables” para unos pocos.
Asumir el desvío del río Cauca como una hazaña no evidencia más que el afán
de dominio de la naturaleza, una competencia o una revancha contra quien nos ha
brindado todo en la vida. ¡No le pegue a la lonchera que se queda sin comida!,
dice el refrán, no sigamos golpeando a quien nos ofrece todo, en caso contrario,
nos quedaremos sin oxígeno, sin tierra, sin agua, sin comida, sólo nos quedarán
las enfermedades, el caos social, el hambre, el desarraigo. O será que esperamos
que EPM suministre a todas las personas en el futuro el agua, el oxígeno y
alimentación necesaria para sobrevivir o, ¿pensará en vendernos estos servicios?
Después del tiempo transcurrido, donde Ríos Vivos ha
buscado alternativas para que Hidroituango no ahogue los sueños y formas de
vida de quienes habitan en este mágico lugar, han surgido diversas
manifestaciones y propuestas de personas del territorio quienes se han
encargado de develar el dolor de su desarraigo, sin embargo no se les permitió
el día en que importantes personalidades destaparon la dinamita de la alegría,
acercarse al río, la completa militarización del Cañón se vio acompañada de la
presencia del ESMAD en las entradas al Río Cauca, sus tradicionales habitantes
lloraron el dolor de ver su río desviado por televisión. Un absoluto control de
la fuerza pública existe hoy en las riveras del Cauca símbolo de la libertad,
los trabajadores de la obra portan manillas de distintos colores que indican en
que sector pueden estar y en cual no, los despojados, los pobladores
tradicionales en ninguno pueden estar.
La sociedad colombiana, su empresariado y medios masivos
de comunicación impulsan hoy la destrucción los Ríos y aguas del país,
destruyendo bosques nativos, ecosistemas estratégicos para distintas especies
incluida la humana, provocando desplazamiento forzado de especies y comunidades
enteras, antes, durante y después de la construcción de represas. Con la
desviación del Río Cauca se consuma el Etnocidio de la Cultura Cañonera primero
devastada por la violencia paramilitar servil a Hidroituango y ahora por la
muerte del Río. Las represas serán energía en firme para las multinacionales
mineras, energía para el despilfarro del consumismo, energía para el desastre
social y ambiental, para los miles de desplazados ambientales que inundan hoy
las ciudades, energía para la injusticia y la impunidad.
Rechazamos el desvío
del Río Cauca porque se siguen construyendo
represas en el país
sin considerar los impactos de las ya construidas,
sin posibilitar el
debate al respecto
Invitamos a todas las organizaciones y personas a
participar de la campaña Por la Defensa de las Aguas Colombianas: No a la
desviación de sus ríos, No a la contaminación y represamiento de sus aguas.
Escribiendo un mensaje o carta al respecto envíalo al
correo riosvivoscolombia@gmail.com los enviaremos a las distintas instancias de gobierno y
Estado colombiano además de publicarlas en nuestros sitios web.
Por último les compartimos una crónica nacida en del dolor
de perder el río:
El dolor del Desarraigo,
Mis Conversaciones con el Río
Aún puedo
contemplar el horizonte perfilado de montañas cuyos pies lavas con tus aguas
amarillas. Por primera vez te veo impotente y pienso que eres un río condenado
a muerte por el solo delito de tu potencial; supe que le pondrán cadenas a la
libertad de tu cause; que tus peces tendrán fronteras y otros venenos; que ya
no podré sentarme en tu ribera a masticar historias escritas en cada
piedra que labraste.
Vine entonces a
rescatar las huellas de los arrieros que quedaron guardadas en lo que fue tu
fonda PESQUERÍAS porque no quiero que naufraguen.
Recogeré el dolor
del arriero quien por siempre se durmió en tu lecho, atrapado en la red del
desamor.
En memoria del
cacique Neguerí, recogeré el ingenio de los indígenas quienes sobre tu lecho
construyeron la más asombrosa obra de ingeniería: ABERUNCO tu puente de bejuco.
Tomaré de tu
ribera el ansia de Gaspar de Rodas por inmortalizar su nombre con una ciudad y
el coraje de los indígenas que la incendiaron por defender su territorio.
Regálame antes de
tu muerte el espíritu aventurero de los colonos, quienes desde OROBAJO
vencieron el caudal de tu lecho; no quiero perderlo porque es una de las
primeras raíces de mí pueblo.
No te mueras aún;
déjame encontrar una que otra piedra en forma de herramienta labrada por una
mujer india desde hace ya cinco siglos; no sepultes para siempre los secretos
que te confiaron en forma de tinajas y rituales. Sé que antes del adiós tienes
mucho que enseñarme…….no me culpes……………… no lo pude impedir………. El amo que te
compró te trasformará en una máquina de hacer dólares y en con el corazón
cerrado de despojo vengo a contarte que ya eres ajeno; una lágrima viajará
contigo al escuchar tu mormullo como un lamento.
Al venir a verte,
me enteré además, que me confiscaron tu horizonte; me lo dijo “prohibido pasar”
que siempre estuvo pisándonos las huellas; el soldado que me impidió retener tu
imagen y esa desazón de no poder romper las cadenas que le envolverán a tu
cause; entonces ya no me siento en casa y como un relámpago que sorprende a una
noche de tinieblas, todo lo que me liga a ti, llega a la memoria y voy
sintiendo el dolor del despojo; soy un testigo mudo de cada árbol que va
cayendo; a lado y lado del camino donde otrora habitaban los pescados y mineros
hay un campamento; mis ojos se detienen frente a pancartas que laceran el alma,
exhibiendo la descarnada imagen de un indefenso y ya desarraigado animal en
extinción; en sus ojos el pánico que va sintiendo al ser despojado de su
hábitat y a su lado la publicidad que vende simulacros diciendo: “ellos nos
prestarán su casa, cuidémoslos”.
Una nostalgia con
sabor a río represado, comienza a salir por cada poro de mi cuerpo al sentir
que ya en tu cañón no comienza nuestro pueblo… no te resistas a creerlo; me lo
dijo el inhospitalario anfitrión quien reiteradamente recuerda aquello del “no
siga, es una propiedad privada”.
Continuo en
silencio y percibo el sabor de la amargura al mirar tus árboles y sus nidos y
sus pájaros quienes solo vivirán unas cuantas estaciones.
Hace calor; un
buitre abre sus alas y rememoro la historia de un oso que recién encontraron
tendido a un lado de la carretera ya muerto.
Es que tus
animales oh río, en manadas y bandadas desaparecerán o huirán hacia ecosistemas
inciertos y tal vez queriendo regresar, ya no hallarán las huellas que
dejaron cuando partieron. Te miro desde lejos y mientras pienso que ya no
bramarás con furor en la época de invierno, va llegando a mi mente el legado
cultural que les entregaste a pescadores y mineros:
La cosecha de
oro que tus aguas mansas les obsequiaban en tiempos veraniegos; la
frescura de la brisa, tu aguas mojando sus cuerpos y el metal en polvo como una
estrella fugaz entre sus dedos; sus historias sobre tu espíritu dormido en cada
remanso, mientras espera cada día su cuota de un muerto; la mujer de cabellera
enmarañada que come peces crudos y pasto en tus riveras; la cuota de peces que
le entregas a la red del pescador que te reza tus secretos; el santuario en
forma de peña donde las brujas y el diablo custodian el secreto de alguno de
nuestros ancestros; MARÍA DEL PARDO por todo tu cañón construyendo pueblos
también desaparecerá en la maraña del tiempo lo mismo que las historias de
duendes, amores y desamores de los que fuiste testigo en cada jornada de los
arrieros y las travesuras de las brujas rodando en forma de esferas de juego
sobre el caudal de tu lecho o atravesando tu cause en cocas de huevo.
Habitantes
rivereños, pescadores y mineros con su equipaje de desarraigo fatigándoles el
alma viajarán en un desplazamiento legal hacia una cultura de nadie y sus
imaginarios y su culto al río quizá flotarán en el fango del olvido junto al
primer pez muerto.
Me pregunto cómo
te veremos cuando ya hallas muerto.
No estarán tus
aves acompañándonos en el duelo; resignados asistiremos al funeral que nos prepara
la nueva conquista vestidos con trajes de desarraigo, mientras los buitres que
ni siquiera te conocieron, se disputan la carroña de energía que arrancarán de
tus aguas muertas.
Como puedes ver oh
río el asunto es más complejo: no eres tan solo una corriente de agua que
perdemos; estás ligado a la vida de cada pescador, cada minero, cada habitante
rivereño y cada Ituanguino que siente cómo su corazón salta de gozo al verte de
nuevo,
¿Con qué dinero se
paga la energía que va perdiendo el alma cuando la invade la peste del
desarraigo?
Teresita Jaramillo Zapata
Docente
de Ituango
y uno de los grandes problemas del rió cauca es le repoblación de sus especies nativas ya que los criaderos o madreviejas estan extintas y no hay proyectos de repoblación serios att jamer
ResponderEliminary uno de los grandes problemas del rió cauca es le repoblación de sus especies nativas ya que los criaderos o madreviejas estan extintas y no hay proyectos de repoblación serios att jamer
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