MOVIMIENTO RÍOS VIVOS ANTIOQUIA
COMUNICADO PÚBLICO No 15.
Los campesinos y barequeros desplazados
por Hidroituango buscamos Refugio en la Universidad de Antioquia.
Agosto 11 de 2013
A
punto de cumplir cinco meses de desplazamiento forzado, muchos de los cuáles
hemos permanecido en el viejo Coliseo de la Universidad de Antioquia,
lamentamos que nuestra presencia en la Universidad haya incomodado a algunos
sectores de la comunidad universitaria; sin embargo, nuestra presencia es INVOLUNTARIA
y no es otra cosa que la realidad de nuestro país la que nos obligó a buscar
refugio.
Para
nosotros, campesinos y barequeros del norte y occidente de Antioquia, ha sido muy
duro estar en la ciudad, pues muchos no conocíamos Medellín, y las dinámicas de
la ciudad son muy diferentes a las del Cañón del Río Cauca; además, ha sido
frustrante nuestra estadía aquí, pues vinimos para dialogar con el Gobernador, huimos
de allá para buscar soluciones temporales como un albergue y definitivas como
el restablecimiento de condiciones socioeconómicas y ha sido imposible, es como
si decir NO a Hidroituango fuera un delito, además hemos visto como el
Gobernador de Antioquia y el gerente de EPM debaten SOLOS en los medios de
comunicación sobre el proyecto y sobre nosotros, negándonos la posibilidad de
sostener un diálogo abierto, público y sincero, para dar a conocer a toda la
comunidad los argumentos y posiciones que sostenemos sobre el megaproyecto, más
aún, cuando esta obra se construye con dineros públicos del departamento y la
ciudad.
Es
necesario aclarar que nosotros NO somos ocupantes del viejo Coliseo, como lo
señala el Alma Máter No 340, nosotros tenemos calidad de REFUGIADOS dado que
nos declaramos desplazados por el Megaproyecto Hidroituango y el conflicto
armado generalizado en la zona de influencia de este megaproyecto, y lo hicimos
de manera formal ante el Ministerio Público el pasado 28 de mayo, después de
intentarlo muchas veces. Las razones son muy claras EPM y la Gobernación dueños
de este nefasto megaproyecto nos quitaron, utilizando la violencia del Estado
en nuestra contra, los medios de subsistencia que teníamos, destruyeron y quemaron
nuestros ranchos, nos tiraron herramientas y enceres al río, al tiempo que
gases lacrimógenos, NOS DEJARON SIN TRABAJO y en algunos casos sin vivienda. Además no tuvimos garantías para ejercer
nuestro derecho constitucional a la protesta cuando quisimos ejercerlo en dos
ocasiones: Agosto de 2012 tuvimos que refugiarnos en una iglesia por la
infracción del DIH que cometió el Ejército Nacional y que puso en riesgo
nuestra vida, pese a esto lo volvimos a intentar protestar en el mes de marzo de 2013 cuando las medidas represivas, de
ataques y amenazas directas del Estado colombiano, además de la agudización del
conflicto armado nos obligan a salir de nuestro territorio. Lo único que estuvo
bajo nuestra decisión fue protegernos del asedio de la Fuerza Pública pues nos
cercaron y difícilmente podíamos movernos en un sentido distinto al de esta
ciudad.
Algunos
han preguntado ¿Por qué la Universidad de Antioquia?, pues bien, en el norte y
occidente de Antioquia han sido tantas las ocasiones en las que hemos tenido
que salir desplazados masivamente por el conflicto armado que nos hemos refugiado
en escuelas, iglesias o coliseos, esto orientado por la institucionalidad en
los municipios. Después de caminar muchos kilómetros atemorizados, decidimos Refugiarnos
en la Universidad de Antioquia, pues ninguna otra institución, a pesar de las
gestiones incluso de la misma Universidad nos permitió el refugio, hemos
esperado y seguimos esperando que la institucionalidad correspondiente nos dé
un albergue mientras nos restituyen nuestros derechos como les corresponde, por
tanto, es RESPONSABILIDAD de la Gobernación y la Alcaldía de Medellín NO de nosotros
las víctimas, si en algo se ha visto perjudicada la Universidad. Tampoco estos organismos
de atención humanitaria nos han dado la atención que requeríamos pues pese a
las diferencias que tenemos frente a Hidroituango, nuestra situación fue y
sigue siendo de crisis humanitaria, incluso, la ayuda humanitaria inmediata
para estos casos después de haber hecho la declaración desplazamiento, no
llegó, por lo que no resulta ni de ayuda, ni humanitaria y menos inmediata.
En
ningún momento nos negamos a atender las instituciones del Estado como se
expresó por parte del Secretario de Gobierno del Departamento Santiago Londoño y
otras personas, han sido estos organismos los que han actuado de mala fe,
pretendiendo imponer metodologías y posturas sobre el megaproyecto
(Especialmente la Procuraduría regional cuya actuación ha sido completamente
sesgada y la Alcaldía de Medellín) y esperando que sin ningún tipo de claridad
sobre los procedimientos la comunidad acceda a ellos a ciegas. Esta ausencia de
información clara también ocurrió con el ICBF, institución que ha permitido que
la vulnerabilidad de niños niñas y adolescentes con ocasión del desplazamiento
sea utilizada políticamente para presionar a las familias desplazadas, que
hasta que no se demuestre lo contrario NADIE puede decir que salimos
VOLUNTARIAMENTE, y a otras intuiciones del Estado para que se nos vea no como
lo que somos víctimas sino victimarios. Tan degradante y descarada es esta
situación que el mismo Subsecretario de Derechos Humanos de la Alcaldía de Medellín
Jaime Alberto Carrión acusó al Movimiento Ríos Vivos y a la comunidad en
general de vulnerar los derechos de los niños, niñas y adolescentes cuando es
de su responsabilidad la atención de la población vulnerable.
Al
comportamiento institucional que se venda los ojos ante la realidad, se le suma el de la administración
de la Universidad de Antioquia quien se doblegada a los mismos intereses de
lucro de la Gobernación y EPM por encima de las comunidades esto la convierte
en cómplice de los atropellos y vulneraciones. La UdeA está asumiendo las
mismas interpretaciones en las que a pesar de vernos, escucharnos, de saber que
hemos denunciado como es debido, asumen
que no existe en el país desplazados por la locomotora minero-energética y el
conflicto armado, además de armar justificaciones absurdas para – como lo está
intentado EPM en procesos judiciales en nuestra contra- MOSTRARSE como víctima
de campesinos, campesinas y barequeros humildes del Cañón del Cauca.
El
23 de julio funcionarios del ICBF fueron al Coliseo, acompañados de
procuraduría judicial y representantes de la Alcaldía Municipal (la comunidad
nunca entendió a que fue la alcaldía), hicieron el registro e inspección de los niños,
niñas y adolescentes en el lugar, no obstante, pese a que esta verificación se
puso como condición para recibir ayuda humanitaria, hasta el día de hoy tan
solo hemos recibido un bulto de bienestarina, lo cual nos deja serios
interrogantes frente a los cuestionamientos que se han levantado frente a
nosotros por la situación de la población más vulnerable. Es importante
resaltar que los niños y niñas están con sus familias en el Coliseo, y que si
bien, las condiciones en que nos encontramos en son difíciles, en la región
tampoco existen garantías dado que EPM hasta el día de hoy no ha reconocido los
derechos fundamentales de los afectados, incluidos los de niños, niñas y
adolescentes.
Finalmente,
vale la pena complementar lo citado en el Alma Mater, #340, Pág 4, “El consejo
Académico de la UdeA exigió el estricto cumplimiento de los horarios de entrada
al campus”, pues está decisión que nos afecta de muchas maneras NO se nos
comunicó hasta que implicó que tuviéramos que dormir en la calle el 13 y 14 de
Julio y 7 de agosto, violando los acuerdos a los que habíamos llegado con el
Sr. Rubén Darío Vélez y Oscar Calle del departamento de Vigilancia de la UdeA, son
los cuales se había acordado que cuando saliéramos a hacer alguna manifestaciones
masiva podríamos ingresar al campus siempre y cuando entráramos todo el grupo.
Entendemos y asumimos que le debemos al Gobernador de Antioquia Sergio Fajardo
Valderrama quien preside el Consejo Superior, no sólo el desplazamiento forzado,
las capturas ilegales, la estigmatización, el señalamiento, sino ahora también,
esas duras noches de miedo en las que se sumaron a las amenazas los riesgos de
las calles de Medellín. El 25 de julio nos entrevistamos con vicerrectoría para
tener más claridad sobre este asunto y se acordó tener una reunión con jefe de
seguridad para aclarar esta situación, pero hasta la fecha no nos han
contactado.
Solicitamos
a la comunidad universitaria NO caer en el juego orquestado por la Gobernación
y asumido por la Rectoría de la UdeA cuestionando nuestra presencia en el
campus y NO las causas que nos obligaron a desplazarnos, también es importante
recordar que el norte y occidente de Antioquia ha sido objeto de estudio e
investigaciones de profesores y estudiantes de la UdeA, jamás nosotros hemos
cerrado ni cerraremos las puerta de nuestras casas y territorios para
recibirles y contribuir en su labor científica y social, esa misma actitud
esperamos de ustedes.
Una
vez más agradecemos a todos los sectores que se han solidarizado con nosotros y
que han contribuido a que nuestra problemática sea conocida por la ciudad y el
país.
¡Nosotros queremos el río!
Hola...algún número de contacto a quien pueda llamar para este tema?
ResponderEliminar