ASOBAC
DENUNCIA
PÚBLICA
La Asociación de Campesinos del Bajo Cauca -ASOCBAC- y las
comunidades de pequeños mineros y pesqueros afectados por la violación constante
de nuestros derechos fundamentales denunciamos ante la opinión pública nacional
e internacional:
HECHOS
1. Queremos mostrar la realidad y
visibilizar la problemática y el sufrimiento que estamos padeciendo las
comunidades mineras y de pescadores por
los impactos directos e indirectos causados
por el proyecto Hidroituango y la construcción de la vía Puerto Valdivia-Pescadero,
quienes están atropellando salvajemente nuestros derechos fundamentales. Esta
vía afecta directamente a los habitantes del asentamiento Remolinos del
corregimiento de Puerto Valdivia del Municipio de Valdivia, quienes se
encuentra en riesgo debido a los trabajos realizados por la construcción de
dicha vía.
2. Estamos desgastados de derechos de
petición, quejas y denuncias por la defensa de nuestros derechos ancestralmente
adquiridos como comunidades históricamente establecidas en esta región. Hemos
dependido económicamente por generaciones de las magnanimidades del río Cauca, hemos convivido con él en armonía y
del que somos esencia misma en la construcción de saberes, costumbres, tradiciones y de su
historia de vida no solo individual sino también colectiva, pero hoy el
enloquecido afán de privatizar los recursos naturales y de lucro de estos megaproyectos
destroza económica, social, ecológica y culturalmente no solamente al minero y
pesquero sino al entorno natural y a las personas que dependen de él como
niños, mujeres y adultos mayores.
3. Desde hace unos meses acá nuestras
familias pasaron a vivir en unas condiciones indignas y precarias porque el río
ya no es apto para trabajar la pesca pues la cantidad de lodo, desechos de
combustible y grasa que las empresas contratistas lanzan al río y que se
acumulan en las orillas, infectan y contaminan la lama de las piedras y la
riberas donde el pescado antes se alimentaba. Hoy a causa de la cantidad de tierra,
lodo y grasa ya es muy difícil conseguir
pescado en estas partes de nuestro
río, del que somos desarraigados a punto de mentiras, engaños y atropellos de
la peor calaña. Nuestro río Cauca ya no es fuente del sustento y de la
alimentación de nuestras familias y comunidades.
4. El oro que viene de los ríos y demás afluentes
que surten el río Cauca se está quedando
represado donde se está construyendo la represa, entonces el río no seba
las playas como antes lo hacía, ya no sacamos las porciones de oro como cuando
el río tenía su cauce normal y transitaba libremente, generando el trabajo con
el que lográbamos comprar el alimento para nuestras familias y el desarrollo de
las comunidades.
5. Y ha llegado a tal punto la
indiferencia y desprecio hacia quienes hemos vivido dignamente de la pequeña
minería y pesca artesanal que de manera despectiva y arrogante nos niegan una respuesta seria y concreta a
nuestras peticiones. Incluso han llegado al extremo de la violencia y
amenaza hacia nosotros que lo único que con justicia reclamamos es solución
racional a los impactos que estamos sufriendo nosotros, el río y el medio
ambiente, sometiéndonos a unas condiciones de vida indignantes. No es criminal ni ilegal la pequeña minería
ni la pesca artesanal. Lo que nos da la naturaleza nunca será criminal ni
ilegal; es criminal y salvaje la forma depredadora e inhumana con la que actúan
las empresas que construyen los megaproyectos.
6. Es así como al minero Bladimir Gómez, habitante de Pto. Valdivia fue amenazado, calumniado y
ultrajado el día 7 de septiembre del año en curso por un maquinista y ayudante de una de las empresas contratistas, quien
no quiso identificarse y después de agredir verbalmente a Bladimir fue y le
dijo al cabo del ejército Tacuma que “le
habían dicho” que los señores que estaban trabajando en la playa iban a
quemar las máquinas, cuando lo real es que lo único que hacen es trabajar,
honesta y honradamente en esa playa desde hace muchos años y de la que los
quieren desalojar ahora la empresa. La reacción del cabo Tacuma fue de ir donde
se encontraba el compañero Bladimir trabajando y se dedicó a tratarlo con
insultos y amenazas, le gritaba rabiosamente que “salí de ahí terrorista gran hijueputa” y que “se fuera para el camino, que si a él le daba la gana lo podía sacar de donde estaba trabajando y de mocharles la
manguera con que traen el agua para su labor”.
El señor Bladimir, al sentirse ofendido y amenazado de esta
manera salió del hueco donde estaba trabajando y sube a la superficie, le
solicita al cabo respeto aclarándole que no tiene derecho ni autoridad para
tratarlo de semejante manera y que lo que debiera estar haciendo era defender su derecho al trabajo. El cabo más
se encolera, ofende con más palabras de grueso calibre a Bladimir, desasegura
su arma de dotación y le apunta diciéndole al humilde minero que “si le da gana lo saca como quiera de ahí”.
Bladimir, insiste, calmadamente, y le repite que él está ejerciendo su derecho
al trabajo que siempre ha hecho.
Son evidentes y
repetitivos los atropellos e irrespetos de la fuerza pública hacia nosotros
como humildes campesinos, mineros y pescadores, quienes según los miembros de
la brigada móvil 16 y los contratistas “somos un estorbo para el proyecto”,
mísero argumento con el que pretenden
desplazarlos sin reconocer nuestros derechos consignados por la Constitución y
los Derechos Humanos .
Queda en entredicho entonces lo que tanto pregonan el
Presidente de la República, ministro de la defensa y oficiales de las fuerzas
armadas sobre el respeto y acatamiento de los Derechos Humanos y el Derecho
Internacional Humanitario. Eso de que la fuerza pública está para garantizar el
bien de todos los ciudadanos, a diario, y sobre todo en esta región no aplica,
están más bien para proteger y favorecer los intereses de las transnacionales.
7. El día 30 de septiembre de 2014,
extraña y sospechosamente, el mismo compañero Bladimir fue atropellado por la
embarcación tipo remolcador (ferri) denominado RR LA PIRAGUA, de la empresa MALVETRANS,
quienes trabajan para la empresa UNIÓN
TEMPORAL STYGMA. El compañero Bladimir venía embarcado por el río en forma
tradicional como lo hemos hecho históricamente las personas que vivimos en esta
región, así nos ahorramos dinero y tiempo, además de ser una costumbre de las
personas rivereñas del rio. Bladimir venía embarcado por el lado izquierdo del
río, los del planchón que venían en la
misma dirección y ya encima de Bladimir le gritaban y le decían que se corriera
que se quitara más, pero los del planchón, que se creen amos y dueños absolutos
del río, no mermaron la velocidad
ni desviaron el rumbo, siguieron derecho
pasando literalmente por encima de Bladimir, quien tuvo que aflojar su
embarcación. Nadie se sabe cómo inexplicablemente las aspas de los motores no lo mataron ni como pudo salir a flote
varios metros abajo donde logro agarrar su embarcación y por sus propios medios
salir a la orilla a respirar y aguantar el dolor de los golpes del remolcador.
Como pudo llegó a su casa donde lo esperaba su mujer y dos
niños pequeños. Cuando ya se había bañado y estaba recuperándose del susto y
los golpes, llego una doctora de EPM le tomó el pulso y le colocó una inyección
para el dolor, a la vez le comunicó que los del johnson (remolcador) “lo estaban buscando”. ¡Qué cinismo! si la realidad es que cuando la
embarcación le pasó por encima ni
siquiera se detuvieron sino que siguieron de largo como si nada hubiera
sucedido, demostrando así el menosprecio que tienen por las personas humildes
que vivimos del río. Y es tanta la desfachatez y la desvergüenza, que al otro
día en la oficina de la empresa, a donde la señora Luz Marina Barón Mancera lo citó para tomarle declaración, lo que
hizo fue acusarlo de que “como había hecho él (Bladimir) para chocar
el ferri”, o sea, lo típico de la hipocresía de mediocres funcionarios que
sin sonrojarse actúan como dice el refrán popular: “ladrón que sale a gritar… ¡cojan
al ladrón!”. Indignante, esto es un acto de burla y de irrespeto hacia
él, su familia y nosotros como comunidad, cómo iba hacer Bladimir para alcanzar
un ferri río abajo y chocarlo; burdo y criminal argumento, cuando los del
remolcador fueron los que lo
atropellaron, lo naufragaron y sin embargo no hicieron nada, solo pasar por
encima de Bladimir.
RECLAMAMOS
1. De la Personería Municipal de
Valdivia, de la Defensoría del Pueblo, de la Procuraduría y del mismo ejército
se investigué la conducta condenable y punible del cabo Tacuma.
2. De CORANTIOQUIA, que cumpla con su
función protectora del río con imparcialidad y trasparencia, y exija a las empresas que
trabajan para Hidroituango el cumplimiento de los protocoles ambientales.
2. De la Fiscalía se investigue seria y
realmente lo sucedido con el remolcador-ferri de la empresa MALVETRANS y la
conducta de la señora Luz Marina Barón Mancera ya que el hecho alevoso contra
Bladimir Gómez constituye a luz del
derecho penal un intento de homicidio culposo que no debe quedar en la
impunidad.
3. De los organismos defensores de
Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, nos presten la mayor
solidaridad y nos acompañen con la denuncia frente a los atropellos de que
venimos siendo objeto las comunidades campesinas, barriales, mineras y pesqueras
de Puerto Valdivia por EPM, las empresas contratistas y el ejército nacional.
ASOCIACIÓN
DE CAMPESINOS DEL BAJO CAUCA -ASOCBAC-
9 DE OCTUBRE DE 2014
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