El día lunes 26 de diciembre de 2011 fueron desalojados los mineros y mineras artesanales de las playas conocidas como Icura El Limón, en jurisdicción del municipio de Briceño, Antioquia.
Aproximadamente a la 1:20 p.m. ingresaron alrededor de 30 hombres del ESMAT, 5 hombres de la policía, la inspectora de policía de Briceño, un hombre del Ejército de civil, el comisario de familia de Briceño, dos fotógrafos y un funcionario de la empresa EPM, quien se ha identificado en otras ocasiones sin decir su nombre como “un simple contratista”. Poco más tarde llego el personero de Briceño con su escolta personal.
La orden de la inspectora fue “ya se les acabo el plazo, se les ha notificado varias veces, empaquen para que se vayan” A la pregunta que muchos hicieron “¿entonces de que vamos a vivir, como nos vamos a conseguir la comida?” la inspectora contestó “eso ya es cosa de ustedes”
A algunas personas les tomaron fotos trabajando, a otras en sus ranchos y después de que habían empacado, el ESMAT procedió a desbaratar los ranchos.
En la oscuridad quedó la comunidad minera que trabajaba del Puente Pescadero aguas abajo hasta la desembocadura del Rio Ituango en el Rio Cauca, las playas de ambas márgenes has sido desalojadas mediante la misma figura jurídica, pero con distintos procesos, esta era la última de las playas en donde las personas de la zona podían desarrollar su actividad económica.
El primer desalojo se dio en jurisdicción de Ituango el 16 de diciembre de 2010 mediante amparo policivo expedido por el inspector de policía de Ituango, con fecha del 3 de diciembre, entregado el 15 y desalojados el 16, los mineros interpusieron una tutela por el debido proceso, pero esta fallo en su contra en dos instancias de este municipio. No obstante, en los desalojos siguientes el amparo policivo ha sido directamente expedido por el alcalde de Briceño. En el desalojo del sector conocido como Capitán el amparo policivo fue entregado el 25 de enero de 2011, los mineros y mineras interpusieron recurso de reposición, les fue negado y fueron desalojados en el mes de junio, después el mismo alcalde les entrego a todos los desalojados un documento en el que constaba que los conocía como mineros. En este último desalojo las personas recibieron tres notificaciones firmadas por este alcalde, la primera el 18 de agosto de 2011, también interpusieron recurso de reposición y les fue negado, su desalojo se da cuatro meses después.
“Quedamos en la oscuridad, sin saber para donde coger, sin saber que hacer”
“Aunque uno ya sabía que lo iban a sacar como nos habían dicho a las buenas o a las malas, uno no cree que le puedan quitar el rio”
“Nos quitaron el rio el que nos vio crecer”, la tristeza y desazón se ve en sus rostros, inquietos por su futuro se preguntan si aparecerán ahora en la larga lista de desempleados del país, inquietos hablan si será fácil buscar trabajo en Medellín o en otra ciudad, o si pedir trabajo como jornaleros en las fincas de la zona, o en la misma represa, pero rápidamente la tristeza vuelve al reconocer que no desean ser otra cosa que mineros y mineras y que ese deseo no podrá ser más por un proyecto que les quito su forma de vida.
Unos días atrás ante la impotencia de no poder hacer nada para que los dejaran seguir trabajando, buscaron la posibilidad de ingresar a otras playas ubicadas del Puente Pescadero aguas arriba, que aún no han sido desalojadas, pero el Ejercito y los vigilantes de la empresa Vise LTDA, no se los permitieron, argumentando que ellos ya tenían su “proceso” en la playa de Icura y que les quedaba prohibido el ingreso a otras playas.
El personero de Briceño se comprometió con la comunidad minera a entregar los listados de “beneficiados” el 10 de enero de 2012.
Tanto en el primer desalojo como en el último, hay un hecho en común, la contaminación de las aguas con la construcción de la vía sustituta, en ambos casos se ubicaron aserraderos de madera en la parte alta de las quebradas contaminando las aguas que consumía la comunidad minera.
También fueron “desalojados” de una protesta pacífica.
“…que injusticia, el Estado si puede tomar agua y uno no”
Desde las 10:30 de la mañana, aproximadamente 8 hombres del ESMAT, 5 del Ejercito y dos funcionarios que no se identificaron ingresaron a la zona de construcción de la vía sustitutiva que conducirá a Ituango, en donde se encontraban 2 mineras y 3 mineros cuidando las aguas necesarias para su subsistencia en la playa Icura. La comunidad minera inicio el cuidado de las aguas desde el pasado 6 de noviembre de 2011 hasta su desalojo el 26 de diciembre, es decir, un mes y veinte días cuidando las aguas e impidiendo con esto su contaminación y la continuidad de la obra.
Al mostrarle a un integrante del ESMAT el acta con el compromiso incumplido de la empresa constructora, de no continuar las obras hasta tanto no les diera solución a los problemas que padecían, el peligro por la caída de rocas y tierra, la contaminación de las aguas y por tanto las enfermedades que estaban padeciendo y la sequia de algunas quebradas. La respuesta fue que ese documento no tenía ninguna validez, que ese papel no servía para nada.
El mismo integrante del ESMAT les indico que miraran el listado en la Alpujarra a ver si habían salido “favorecidos”, además, que en El Valle había una personera de Medellín y que alguien debía ir a hablar con ella, que no era EPM la que los tenía que buscar que eran ellos los que tenían que buscar las soluciones.
Un camión esperaba a las personas que protestaban, el militar le indico a la líder que le ordenara a su gente que se retirara, ante la respuesta de esta “yo no le ordeno a nadie nada” el militar hizo que se acercara una de las maquinas en forma amenazante. Los cinco mineros y mineras que realizaban la protesta ante esta amenaza deciden retirarse, tres se fueron caminando y dos aceptan ser llevados a hablar con la personera que según el militar estaba en El Valle, pero fueron llevados a la curva de la Bruja, en el inicio del camino para la Playa de Icura, no era cierto lo de la personera de Medellín.
Con gran decepción la comunidad minera expresa como se sintió humillada por Corantioquia, ante quien se puso la queja sobre la contaminación de las aguas, pues la funcionaria que visitó la zona parecía funcionaria de EPM. El 1 de diciembre Ana Cristina Agudelo realizó la visita, solicitada por la comunidad minera, en compañía de funcionarios de la empresa constructora de la vía, desde el principio afirmó a los protestantes que eran unos “ilegales”, lo primero que solicitó fueron los títulos mineros, después los papeles para consumir el agua, la comunidad que cuidaba las aguas no entendía que tipo de papeles eran, afirmaron que nunca en sus vidas habían escuchado que había que pedir permiso para tomar de las aguas que corrían por esas tierras. Después de un corto recorrido, de observar los videos, las aguas contaminadas, las quebradas secas, una de las maquinas votando en exceso aceite que va a parar a las aguas, afirmó que todos los recursos naturales eran del Estado y que ellos estaban cogiendo agua “ilegal”, además de insistir en que eran mineros “ilegales”.
Las mujeres las más afectadas.
Son pocas las mujeres que ejercen la minería en este empinado cañón, en algunos casos son además de mineras madres, esposas, hermanas e hijas de otros mineros, encargadas de labores de la cocina, además de “minear”. Es una vida difícil para las mujeres, en la que no se abandona su rol tradicionalmente asignado, en el desalojo ocurrido el 16 de diciembre uno de los mineros decía “no le dejaron ni sacar el almuerzo que hacia mi vieja”. Las madres solteras deben buscar la protección de otros hombres para sobrevivir en este ambiente.
La mayoría de los mineros y mineras se han retirado de las playas antes de los desalojos, por Miedo, a que los maten, a que los involucren con la guerrilla, a que lleguen los paras, a que los maltraten, a que los insulten, a que los humillen, el. Miedo sigue siendo el factor que más favorece al proyecto hidroeléctrico. De aproximadamente 200 mineros y mineras artesanales que habían sido acorralados en esta playa para inicios del año 2011, al final sólo quedaban aproximadamente 80 que fueron los desalojados el día lunes.
Pero el Miedo no es suficiente para las mujeres, algunos de los hombres que salieron consiguieron empleo en la construcción de la vía como obreros –mano de obra no calificada- otros se la “rebuscan” día a día como jornaleros o se han ido de la zona. Pero todas las mujeres que salieron por Miedo regresaron a la playa a seguir trabajando hasta que se lo permitiera el proyecto, el lunes pasado, “a las mujeres no nos tienen en cuenta para esos trabajos de la hidroeléctrica” “…tampoco disque servimos pa jornaliar” “buscamos trabajo en otras cosas y no encontramos por eso volvimos y si no nos resuelven volveremos a buscarle el ladito al rio que es el único que no nos niega trabajo”
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